La pintura egipcia: un caso de estudio la tumba TT 318 en Sheikh Abd el-Qurna, Egipto

Cuánto hay de mito y verdad sobre algunos temas de la Danza Clásica
julio 30, 2022
La Creación de la Licenciatura en Danza Clásica en la FAUNT
diciembre 27, 2022
 

La pintura egipcia: un caso de estudio la tumba TT 318 en Sheikh Abd el-Qurna, Egipto

Lic. María Silvina Vera,

silvinavera07@gmail.com

Cátedra:Historia del Arte Antiguo. LAV. Departamento Artes Visuales. Facultad de Artes. U.N.T. IACOA

Introducción

El proyecto “Amenmose, Estudio de la tumba tebana TT318, en Sheikh Abd el-Qurna, Luxor, República Árabe de Egipto” está dirigido por la Dra. Andrea Paula Zingarelli (Universidad Nacional de La Plata), y codirigido por la Dra. Silvana Lorena Yomaha (Universidad Nacional de Córdoba) a su vez, este proyecto se encuentra radicado en el Instituto de Investigaciones de Arte y Cultura del Oriente Antiguo de la Facultad de Artes, desarrollando un proyecto que emana de éste, “La tumba tebana de Amenmose: Estudio estilístico, procesos técnicos y dibujo digital” dirigido por la Lic. María Silvina Vera (Universidad Nacional de Tucumán).

En este proyecto participan especialista de diferentes disciplinas tales como egiptólogos, historiadores, historiadores del arte, conservadores y arqueólogos. En lo que respecta a la historia del arte que es nuestra disciplina de trabajo, contribuimos a través del estudio estilístico a la datación del monumento probablemente durante el reinado de Hatshepsut o Thutmose III entre 1400-1450 a.C. y se propone además contribuir y completar el estudio e investigación artística con la documentación y digitalización de todo el monumento. (Figura 1)

El monumento

La historia del relevamiento y estudio de la tumba se inicia con Jean-Francois Champollion (1790-1832) en el volumen I de su gran obra titulada Notices descriptives (Champollion, 1844: 516-517) donde registró una serie de escenas de la tumba de Amenmose, numeradas 26 G por él.

Engelbach (1924: 253 a 334) en un suplemento del catálogo topográfico de las tumbas privadas de Tebas con algunas notas sobre la necrópolis de 1913 a 1924 (1924: 25) actualiza la situación de la necrópolis tebana y señala que TT318 fue redescubierto por el Sr. N. de G. Davies en diciembre de 1923, demás, indica que el nombre de su propietario es Amenmose e inscribe su nombre en jeroglíficos.

En el año 1924 la tumba recibe el número con el que la identificamos actualmente: TT 318. La sigla TT se corresponde con la referencia en inglés “Theban Tomb”, y forma parte de un sistema de catalogación de tumbas privadas tebanas ideados por el Servicio de Antigüedades egipcio.

Entrado el siglo XX, en la enciclopédica recopilación egiptológica que fundó y llevó adelante Francis L. Griffith, Bertha y Rosalind Moss nos ofrecieron información acerca de lo que contenía la tumba de Amenmose.

Durante 1982-1986 un equipo de la Universidad de Waseda realizó expediciones en las tumbas de Sheik Adb el-Qurna: TT128, TT129, TT317 y TT318 (Sakurai et al. 1988), las cuales están conectadas a través de pasillos y cámaras interiores[1].

A pesar de los daños sufridos, la decoración de la tumba, preserva inscripciones, pinturas y relieves de notable calidad e importancia para la interpretación histórica del período en general y para la historia del arte en particular.

Programa decorativo

Es importante tener en cuenta que la posesión de estos monumentos funerarios es un elemento de distinción social, y su tamaño y la calidad y originalidad de su decoración están vinculados a la importancia del propietario, que probablemente tenía cierta influencia a la hora de elegir su decoración, que simbolizaba su biografía y la suma de sus logros. La pintura era para el difunto una forma de definirse así mismo en términos sociales y le aseguraban a través de los rituales diarios la preservación de la vida en el más allá.

En cuanto al programa decorativo de la tumba de Amenmose, se pueden establecer esquemas de distribución característicos para los diferentes contenidos decorativos teniendo en cuenta sus significados, funciones e importancia. Al considerar la disposición global de la tumba [2] podemos afirmar que la organización del espacio se articuló en unidades temáticas separadas, aun cuando en algunos casos éstas presenten una continuidad expresiva.

Por lo tanto, la distribución temática de cada pared, constituye un plano definido y diferenciado de las que están adyacentes [3] .

Las escenas representadas que podemos analizar corresponden solo a las dependencias interiores ya que el patio exterior y la entrada de la tumba están tapados por sedimentos [4]. Las escenas están enmarcadas por el límite establecido de la guarda inferior que lo separa del suelo, pintada en amarillo y rojo, y la guarda superior, un friso kheker pintado [5], que lo separa del techo, a ambos laterales de la pared la escena está rodeada por una cinta de rectángulos alternos rojo/verde/amarillo/azul/rojo/verde. (figura 2)

Atendiendo a los contenidos decorativos específicos podemos distinguir una rica temática, y que están distribuidos entre la sala transversal y la capilla de culto: escena de apertura de la boca, escenas de ofrendas donde aparece el difunto y su esposa adorando al dios Osiris, al dios Anubis, a la diosa de occidente y a la diosa de Oriente; escenas de procesión funeraria, de caza en el pantano, de cosechas de vid y elaboración de vino, escena de caza de aves, elaboración de pan, escenas de carnicería, de toilette, de agricultura y escenas de banquete funerario, temas recurrentes en tumbas privadas de la dinastía XVIII.

Las técnicas utilizadas para la decoración son la técnica de la pintura, el relieve rehundido, relieve cavado en hueco y el alto relieve.

El estilo en el arte del Imperio Nuevo: la tumba de Amenmose TT 318

El comienzo de la dinastía XVIII (1539-1292 a. C.) se caracteriza por un estilo artístico particular conocido como el “tutmosida”, heredero de influencias anteriores, pero que aportó innovaciones y nuevas formas de expresión que se plasmarán a nivel iconográfico en un estilo fino, idealizado, elegante e impersonal.

Para Chapon (2019) en la dinastía XVIII, la iconografía y la arquitectura estaban bastante estandarizadas, pero las especificidades también existían, esto nos hace ver que, dependiendo del reinado, el programa decorativo podía ser parecidos entre monumentos, y debían manifestar una serie de patrones que marcaban las funciones que los hacía únicos.

Para Stevenson Smith (2000:50) el arte de la primera mitad de la dinastía XVIII podría considerarse el desarrollo final del estilo egipcio clásico que había madurado en el Reino Medio, desarrollando posteriormente un arte con un fuerte sentimiento de vitalidad controlada, energía en tensión hasta finales del reinado de Tutmosis III.

Para poder sistematizar los cambios y los estilos, Cherpions (1987:27-47) divide en 5 etapas las representaciones de tumbas tebanas: 1- Comienzo dinastía XVIII, Ahmose, Amenofis I, Tutmosis I, Tutmosis II, Hatshepsut y Tutmosis III 2- Reinado de Amenofis II; 3-Reinado de Tutmosis IV y Amenofis III; 4- Época Amarniana y fin de la dinastía XVIII (Tutankamon, Ay y Horemheb); 5- época ramésida.

En nuestro estudio preliminar los convencionalismos de representación como espaciales de la tumba de Amenmose corresponde a la primera etapa de Cherpions, y responde al estilo llamado tutmosida de comienzo de la dinastía XVIII.

En este trabajo solo presentamos un breve análisis del estudio de la figura humana teniendo en cuenta las características generales y particulares que la componen y que determinan el estilo.

La figura humana en la tumba de Amenmose se caracteriza por tener un canon de 18 puños (o cuadrados), donde el 90 por ciento de los personajes masculinos tienen el torso descubierto y un corto faldellín típica forma de representación que corresponden a la dinastía XVIII [6], y en el caso de las mujeres presentan un tipo de vestido funda con uno o dos breteles, es largo por encina de los tobillos, característico hasta la época de Amenofis II [7]. (Figura 3)

Otro elemento muy importante que ayuda como método de datación relativa desde el Reino Nuevo en adelante son los conos de ungüento [8]. Como algunos de los peinados cambiaron con relativa lentitud durante este período, el estilo del cono se puede utilizar como una herramienta de datación más fina.

Desde la dinastía XVIII hasta época ptolemaico en escenas de banquete, aparecen los conos perfumados llevados sobre la cabeza de las mujeres. (Figura 4). El perfume estaba presente en todas las capas de la sociedad egipcia como una realidad cotidiana, por ejemplo, como elemento hidratante que evitaba la desecación del cabello bajo el agresivo sol africano, pero también estaba asociado al ámbito ritual y festivo [9].

Si observamos la forma de los conos que portan las mujeres en la tumba de Amenmose corresponde al estilo 1b de la clasificación de Tassie (Tassie 1994:480-492) el cono se representaba como una pequeña palma roja o blanca en forma de cúpula, casi semicircular, como el jeroglífico de una rebanada de pan, y no cambiaron mucho desde la época de Hatshepsut hasta la de Amenhotep II.

Como vemos estos elementos relacionados a la figura humana nos ayudan a enmarcar un estilo bien diferenciado y una datación relativa del monumento.

Conclusión

El antiguo Egipto legó un extraordinario patrimonio cultural en sus necrópolis y TT318 es parte relevante del mismo que debe ser preservado por su alto valor artístico e histórico-cultural.

Del análisis realizado en tumbas privadas tebanas de la dinastía XVIII podemos reconocer muchos aspectos vinculados al estilo, como a los procesos constructivos de cada una de ellas. En la pintura, el estilo se aborda principalmente como una herramienta para fechar y ubicar el origen de las obras, trazar relaciones entre monumentos u objetos; como un medio por el cual se pueden medir los estilos individuales y grupales y cómo muestran el proceso de trabajo.

En las tumbas vemos el poder adquisitivo de su propietario, la elección del programa decorativo de su tumba, el trabajo individual o en equipo de sus artistas, que no siempre fue fácil, ya que el soporte condiciono también el resultado final.

Seguiremos nuestro estudio en el resto de tumbas privadas de este periodo para indagar sobre las constancias y diferencias encontradas en el estilo de las mismas y por último buscar el rastro del artista o de los artistas que trabajaron en Amenmose.

Solo en la tumba de Amenemhat TT 82 encontramos al difunto ofreciendo ofrendas y oraciones a los dioses en favor de los artistas que construyeron y decoraron su tumba, estos están representados en torno a la mesa de ofrenda, a la cabeza está su hijo que dirigió la obra del sepulcro, le sigue un dibujante y debajo está sentado un escultor de estatuas. Los otros artistas han sido destruidos.

En la tumba tebana TT 318 no están los nombres de sus artistas, pero sí sus huellas, sus dibujos, sus pinturas, la impronta del sistema de cuadricula que les sirvieron para ejecutar el canon de proporción, las marcas de los ejes para plantear el diseño en paredes y techos, en definitiva, los procesos que lograron el objetivo fundamental por el cual las imágenes fueron creadas, ser medios creativos para proteger, proveer y regenerar la vida de Amenmose, en la eternidad.

Bibliografía

Aldred, C, (1993) Arte egipcio. Ed. Destino. Barcelona

Champollion, J. F. (1844) [1844-1879]. Notices Descriptives. Collection des Classiques Egyptologiques. París, Editions de BelleLettres. (Champollion, 1844: 516-517).

Chapon Linda (Aproximación al programa iconográfico y la función de los templos de millones de años: el caso de estudio del Heneket -Anhk de Tutumosis III (Luxor, Egipto)

Cherpion Nadine (1987) Quelques jalons pour une historie de peinture thébaine, Bolletin de la Societé Francaise d”Ëgyptologie (BSFE).

Cherpion Nadine (1994), Le "Cone d'onguent", una garantía de supervivencia. Bulletin de l'Institut français d'archéologie Orientale ministère de l'éducation nationale, de l'enseignement supérieur et de la Recherche p. 79-106. Bifao 94

Dziobek E., Schneyer T., Semmelbauer N. (1992) Eine ikonographische Datierungsmethode für thebanische Wandmalerein del 18 Dynastie. SAGA 03.

Geoffrey J. Tassie (2009) Hairstyles represented on the Salkhana Stelae, en: T.DuQuesne(ed.)The Salakhana Trove:Votive Stelae and Other Objects from Asyut. London: Da th Scholarly Services, OxfordshirenPublications in Egyptology 7, Darengo Publications, 1994:480-492.

Porter, B y R. Moss. 1960. Topographical Bibliography of Ancient Egyptian Hieroglyphic Texts, Reliefs and Paintings l. The Theban Necropolis, part 1. Private Tombs, 2e. Oxford, Giffith Institute – Ashmolean Museum, Oxford University Press.

Stevenson Smith, W, (2000) Arte y arquitectura del antiguo Egipto. Manuales Arte Cátedra. Madrid.

Artículos de revistas:

Engelbach, R. (1924). A Supplement to the Topographical Catalogue of the Private Tombs of Thebes (Nos. 253 to 334) with some notes on the Necropolis from 1913 to 1924. Cairo, The French Institute of Oriental Archeology. (Engelbach, 1924: 253 a 334.

Figura 1: Plano TT 318 Tumba de Amenmose (Plano de dibujo de Eva Calomino 2020)
Figura 1: Plano TT 318 Tumba de Amenmose (Plano de dibujo de Eva Calomino 2020)

Figura 1: Plano TT 318 Tumba de Amenmose (Plano de dibujo de Eva Calomino 2020)

Figura 2: Vista lateral Capilla de culto pared 8, TT 318 Tumba de Amenmose escena de banquete funerario (Foto Valeria Cannata 2022)

Figura 3 revista (2)

Figura 3: Amenmose y Henut realizando ofrendas a Anubis y a la diosa de Occidente, detalle pared 2, TT 318 (Dibujo digital, S. Vera 2022)

Figura 4: Detalle de mujeres participando del banquete funerario, pared 8, TT 318 (Dibujo digital, S. Vera 2022)

>

[1]Cabe señalar que la información proporcionada por la Universidad de Waseda no da cuenta del trabajo de conservación o un estudio integral de TT318, y del conjunto de tumbas vinculadas.

[2]La tumba de Amenmose TT318, presenta una estructura y diseño en forma de T invertida característico de las tumbas de la dinastía XVIII.

[3]Las tumbas ramésidas dinastías XIX, presentan un desarrollo mural ininterrumpido que, en ocasiones, utiliza más de una pared para completar la figuración de una misma temática, sin solución de continuidad.

[4]Actualmente se ingresa a la tumba de Amenmose a través de una abertura, quizás hecha por ladrones en el siglo XIX, en la pared norte de la tumba TT 129 que conecta directamente con la pared sur de la sala transversal de la tumba TT 138 de Amenmose, lo que motiva para la campaña 2023 (febrero-marzo 2023) limpiar el patio y abrir la puerta original de la tumba.

[5]Un friso jeker, heker o jejer es un ornamento del friso decorado con plantas estilizadas que se encuentra generalmente en la parte superior de las paredes de determinadas tumbas egipcias. Existe constancia de este motivo decorativo desde al menos la Dinastía III y parecen representar como los penachos de la planta del papiro atados o anudados arriba y abajo y colocados en fila. Parecen representar como una cortinilla que cuelga. Existen frisos apuntados, sin dibujo interno o con el dibujo interior detallado (en colores rojo-verde-azul) y con el extremo superior abierto en forma de copa. Los ejemplos más antiguos se han encontrado en la pirámide escalonada de Zoser y en Meidum. Durante el Imperio Nuevo, se hicieron variantes imaginativas en las tumbas de la dinastía XVIII como la KV38 o segunda tumba de Tutmosis I, la KV34 o tumba de Tutmosis III, la KV35 o tumba de Amenhotep II, la KV42 construida para Hatshepsut Meritra pero utilizada por Sennefer o la KV43 o tumba de Tutmosis IV. También esta decoración se encuentra en algunos sarcófagos como el perteneciente a Siptah de la dinastía XIX. Nicholas Reeves y Richard H. Wilkinson (1999). Todo sobre el Valle de los Reyes. Barcelona: Destino. pp. 95, 98, 102, 106

[6]Dziobek E., Schneyer T., Semmelbauer N. (1992) toman unas 50 tumbas de Sheikh Abd el-Qurna y van a dividir su estudio en relación a los modos de vestimenta entre hombres y mujeres y en escenas formales con personajes mayores, tomando la datación de Porter y Moss y Wegner, van a concluir que en la época de Hatshepsut y Tutmosis III hay un total de 47 tumbas donde los hombres no tienen camisa, es decir un 90 % y un 10% que tienen una especie de camisa.

[7]Estudio realizado por Dziobek, cheneyer y Semmelbauer, este tipo de vestido es atribuido a la época de Tutmosis III.

[8]Según la definición de Nadine Cherpion, un cono de perfume es un bloque de sebo impregnado de aroma (Cherpion 1994: 79)

[9]Los egiptólogos desconocen el nombre que los egipcios daban a este objeto, aunque sí se conocen los nombres, por ejemplo, de los perfumes sagrados usados durante el proceso de momificación y enterramiento, y de algunos de los perfumes más utilizados, lo que hace más llamativo todavía la carencia de una palabra que designe este cono de perfume (Cherpion1994: 82-83)