Hubo un tiempo en que el dibujo se consideraba esencial a toda producción artística. Ese tiempo, en específico en el
Instituto Superior de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán, fue el tiempo en que
Lajos Szalay impartía las clases de dibujo; tiempos en que compartía su tarea docente con maestros de la talla de Eugenio Hirch en Dibujo, Gómez Cornet y Lino Enea Spilimbergo en la sección de Pintura, Lorenzo Domínguez en Escultura, Víctor Rebuffo y Pompeyo Audivert en Grabado.
El maestro del dibujo
Lajos Szalay, que llego a Tucumán en el año 1949, nació en Ormezo Hungría en el año de 1909 para luego, con su familia, instalarse en Miskolc(Europa).
Lajos inicia su formación académica en Budapest en el año 1927; en 1946 recibe la beca
Iván Boldizsar y viaja a París desempeñándose como dibujante oficial en la Conferencia Internacional de la Paz. En 1947 ganó la Beca UNESCO y viaja a la Argentina. La Universidad Nacional de Tucumán lo convoca para desempeñarse como Jefe de la Sección de Dibujo del flamante
Instituto Superior de Artes aplicando en esta función hasta 1956. Luego se traslada a Buenos Aires continuando su tarea docente a la vez que influyendo a varias generaciones de dibujantes argentinos en los años ‘60. Cabe destacar que entre los dibujantes influenciados destacan figuras como Carlos Alonso, Martínez Howard, Di Toto y Aurelio Salas entre muchos otros.
En referencia a la importante proyección de este dibujante sobre sus contemporáneos argentinos Moscona, S. (2012) refiere y cito: “(…) Dibujantes argentinos como Carlos Alonso…. no hubiesen desarrollado una obra como la que conocemos si Szalay no abría la puerta que liberó al dibujo de la subordinación que mantenía con otras disciplinas (…)”. Hacia los años ´60
Szalay se traslada a EE UU donde desarrolla una gran producción como ilustrador. En el ´88 retorna a Hungría donde muere en 1995.
Haciendo un poco de historia
El
Instituto de Arte que lo convoca para cumplir la tarea de docente en Tucumán fue creado en el ´48 con Guido Parpagnoli como su primer director. En crónicas de la época se evidencia la relevancia a nivel provincial y regional de la creación de dicho Instituto y el nivel de los docentes contratados lo que provocó una gran afluencia de estudiantes de provincias y de otros países a la vez que, desde las gestiones provinciales y de fundaciones, se creaban el Salón Provincial y los Salones de Artes organizados por la Peña El Cardón. Esos fueron tiempos agitados en el mundo cultural tucumano; a los salones y flamantes instituciones formadoras se le sumaban actividades complementarias como conferencias y exposiciones fomentando la expansión de la cultura. Estas acciones conformaron un plexo cultural muy dinámico donde se complementaban la formación de los productores con los circuitos de visibilización e institucionalización. Y es en ese marco en el que
Szalay desplego su tarea y sus influencias. Alfredo Portillos, artista conceptual que se forma en el
Instituto Superior de Artes, nos relata esos años de la década del ‘50 en la provincia de Tucumán y cito: “(…) Tucumán en esa época era una caja de Pandora…los profesores… ese nivel… no había horario, a las ocho de la mañana se abría la facultad y se cerraba a las doce de la noche, y nadie tenía obligación de ir. Quiere decir que los sábados o domingos…vivíamos ahí (…)”
La urdimbre de Lajos
Hoy, a casi 70 años el
Centro Cultural Alberto Rouges exhibe una veintena de obras de
Salay pertenecientes a colecciones privadas en las que aborda temas como escenas con sus familiares y retratos. Más allá de la dermis temática sobrevuela en la obra de Lajos una densidad espiritual que hace desprender la producción de lo meramente material…
Szalay fue un artista comprometido con su tiempo; la permeabilidad de los acontecimientos, en especial de las primeras décadas del siglo XX, dieron un perfil expresionista a su obra. Siguiendo esa estética donde se hace un uso simbólico del color y de la forma
Szalay contornea las formas por fuera; ese por fuera implica no delimitar las figuras sino lisa y llanamente contener las figuras sin trazar sus contornos. Sus dibujos plagados de trazos modelados y modulados se caracterizan por contornear por fuera la cosa llamada tema a través de tensiones de líneas; tensiones aparentemente secundarias pero que en esencia contienen la densidad temática de la cosa a la que refieren. Esos trazos aparentan ser esbozos; Lajos relaja la tensión perceptiva del ojo que observa; él teje una urdimbre grafica de trazos sobre otros trazos que se superponen surcando lo lleno de lo vacio y es en ese momento en que se manifiesta la escena y sus personajes. Ese decir de Moscona y …refiero nuevamente: “(…)
Szalay…. liberó al dibujo de la subordinación que mantenía con otras disciplinas (…)” refiere y reconfirma lo que manifiesta
Szalay en cada una de sus obras. La producción casi minimal en cuanto a elementos plásticos: líneas muchas y variadas, pero solo líneas y solo un valor el negro y tan vez algún atisbo de color son suficientes para dar cuerpo a la treta semántica de cada una de sus propuestas.
Lajos hoy, ayer, hoy
Hace ya más de tres décadas, Alejo Carpentier, en sus magníficos ensayos del libro
Latinoamérica en los umbrales del siglo XXI, se refería a la imposibilidad de que la cultura fuera “neutral”, y sobre todo en Latinoamérica... Lajos en Argentina se deja filtrar por las tensiones locales, por sus hábitos y costumbres nutriendo a su obra.
Lajos Szalay protagonizo un periodo sustancial de la cultura tucumana y argentina a la vez que este espacio-tiempo contribuyo a la producción artística de este maestro. Esta exhibición, que no pretende ser exhaustiva pero sí profundamente pensada, visibiliza la obra del maestro de un modo bastante cuidado a un público pos pandemia en un contexto tucumano en el que se están reactivando los espacios y corredores de visibilización. Merecido reconocimiento al maestro
Szalay.
Bibliografía
*Entrevista a Alfredo Portillos del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. Área Producción Audiovisual,2012.
*Moscona, Sergio “Prólogo” en Maradei. 2012.
*Oliveras, Elena: Cuestiones de Arte Contemporáneo. Hacia un nuevo espectador del siglo XXI. Bs As, Argentina, Ed. Emecé, año 2008.
*Vilar, Gerard: El desorden estético. Barcelona, Ed. Idea Books, año 2000.