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Diseño de Interiores en la ciudad de Córdoba

María Elna Cappelli

Teresita Candela es Diseñadora de Interiores. Desarrolla su actividad profesional en la ciudad de Córdoba donde cursó sus estudios. Dejamos a ella nos transmita cómo fueron sus experiencias en esta provincia de larga trayectoria en el campo del diseño

- Nos gustaría conocer cómo fueron tus primeros pasos como profesional del diseño.

Me recibí en la Escuela de Artes Lino Enes Spilimbergo en el año ’95. No era una carrera muy usual, y todos preguntaban qué es lo que iba a hacer una vez recibida. En el primer año me dediqué al diseño de muebles, principalmente a los familiares, de a poco. Después estuve trabajando tres años en una empresa que se dedicaba a premoldeados para techos. Ahí aprendí mucho, principalmente de ventas, de la relación con los empleados de fábrica, como con profesionales arquitectos e ingenieros; que me ayudó mucho para el futuro. Para saber interactuar con ellos y que ellos vean también lo que hacemos los diseñadores, en un tiempo donde los diseñadores no estábamos muy reconocidos.

- En nuestro medio, particularmente Tucumán, el reconocimiento del diseñador de Interiores ha costado bastante, en alguna medida aún cuesta, sobre todo desde la mirada de otros profesionales como los arquitectos. En tu ciudad, esta situación ¿también se presenta, o es diferente?

Como te comentaba antes, al principio fue complicado porque los diseñadores, que en ese momento teníamos el nombre de Decoradores no teníamos mucha cabida en el diseño, estábamos vistos como para colocar un cuadro, poner un adorno adecuado, o los almohadones en conjunto con el sillón.

Con el tiempo fue cambiando, paulatinamente, y el término Diseñador cambia la perspectiva del otro. Es decir, que es abarcativo a la formación que recibimos y a la capacitación constante que tenemos hoy.

Y actualmente, por lo general, el diseño es buscado y valorado, tanto por el profesional Arquitecto como por el cliente. Cambió mucho en los años la relación con otros profesionales, interactuar arquitectos y diseñadores es extremadamente rico para el resultado final. Como también muchos arquitectos confían plenamente en el trabajo del diseñador delegando tareas pertinentes a cada uno. Esto es cada vez más frecuente.

-Trabajas sola, en equipo ¿Cuál es tu modalidad preferida de trabajo?

Después de trabajar los primeros años en una empresa, trabajé en conjunto con algunos arquitectos en equipo, en distintos estudios. Fueron años de mucho aprendizaje mutuo. En estos momentos trabajo sola, tengo mi propio estudio. Pero no implica que trabaje sola. La relación con otros profesionales tanto arquitectos como diseñadores es fluida y continua, porque a pesar de tener un estudio sola me llaman para colaborar en otros proyectos.

El trabajo interdisciplinario es fantástico y sumamente productivo. Trabajar con otros te abre la cabeza y te da más agilidad en el diseño. Por más que yo tengo mi estudio unipersonal, el trabajo colaborativo con proveedores, colegas, vendedores es generoso y enriquecedor. Ya no está tan marcado ese celo profesional donde cada uno diseñaba a “puertas cerradas”.

- Cuando egresaste, ¿Tenías un panorama claro de lo que querías proyectar para tu futuro, de lo que te ofrecía el medio como alternativa?

Siempre al recibirse uno piensa que tiene el mundo a sus pies, que va a poder de la noche a la mañana demostrar todas sus capacidades. La vida enseña que no siempre es así.

Tenía claro que me quedaba mucho por aprender, pero a medida que iba pasando el tiempo me daba cuenta cuál era la línea que yo quería seguir, no sólo a nivel de diseño sino también personal con respecto al alcance de la profesión, si dedicarme sólo al diseño de muebles, al interiorismo en general, a intervenir en obras con muchos rubros implicados. Uno aprende con el tiempo a ubicarse y ver realmente lo que le gusta hacer y si con eso es suficiente.

Aparte en mis comienzos el trabajo del diseñador no tenía la injerencia que tiene hoy, y desalentaba un poco ver el poco valor que se le daba al trabajo que uno hacía.

- Desde tu punto de vista, ¿Pensás que el diseño de interiores en Córdoba se diferencia del resto del país? ¿Por qué?

En Córdoba hay muy buenos Diseñadores, tanto profesionales de diseño como arquitectos que se dedican al interiorismo. Seguramente tenemos nuestra propia impronta con respecto al diseño debido a la formación, pero creo que todo el país cuenta con excelentes profesionales. La diferencia es que antes mirábamos como que el lugar para crecer y desarrollarse en el diseño era Buenos Aires. Y ahora sabemos que el interior tiene su propia fuerza, recursos y las “fronteras” del diseño se desdibujan.

Y eso se puede ver claro en las distintas muestras de Interiorismo que se han realizado en Córdoba, donde desde los proveedores hasta la prensa de Córdoba y del resto del país que vinieron a visitarlas se quedaron sorprendidos del nivel, no sólo del diseño sino también de terminaciones y usos de los materiales.

- Mirando restrospectivamente tu trayectoria, ¿Qué te gustó más hacer y qué creés te queda aún por hacer, pensando claro, en un rubro en particular.

Creo que después de tantos años pude explorar en varios aspectos el trabajo del Diseñador. Aproveché en cada etapa de dar y hacer lo mejor de mí, con todos los altibajos de cualquiera en este rubro. Se va aprendiendo de lo que más gusta hacer de todas las experiencias. Pude combinar una vida familiar y profesional que me llevó a ser quien soy ahora. Tuve un local comercial abierto al público con un producto específico de equipamiento para niños y adolescentes. La experiencia fue hermosa, pero ahora sigo vendiendo lo mismo vía web. Y por ejemplo, de eso aprendí que prefiero estar en obra con la actividad y dinamismo que eso implica. Lo que uno logra con estas experiencias es conocerse, saber y explotar habilidades que uno conoce o desconoce de sí mismo. A no cerrarse a opciones que uno tiene como impensadas.

Por hacer ¡queda un montón! Más hoy en día donde todo es tan global y uno tiene la capacidad y la posibilidad de seguir aprendiendo. La avidez por aprender debe ser siempre una premisa del diseñador, Uno debe estar abierto a cambios rápidos y a adaptarse a distintas situaciones y propuestas que se presenten.

- ¿Podrías definirte como una diseñadora con estilo propio?

Siempre tuve una controversia con el término “estilo propio”. Puedo tener preferencias en trabajar con un material u otro, con alguna técnica u otra, pero el estilo lo define el cliente. Imponer un estilo a un cliente quiere decir que no fui capaz de escuchar, interpretar y entender los que ese cliente está pidiendo o necesitando.

Me gusta que mis proyectos o diseños respondan a las premisas, necesidades y “estilo” que identifiquen al usuario y no a mí.

- Ante esta situación particular que estamos viviendo, entiendo que todas las profesiones se han visto muy afectadas. En tu caso particular, o el de tus colegas, ¿cómo lo están resolviendo? ¿Se plantearon otras alternativas o modalidades de trabajo?

Esta situación tan particular cambio bastante muchas formas de trabajar, calculo que temporariamente en algunos aspectos y en otros definitivamente. Creo que estamos siempre esperando esa bandera de largada que nos deje estar más en contacto con la obra en sí, con el trabajo llamemos “físico” de obra, de acuerdo a las distintas habilitaciones.

Pero el trabajo online de proyectar y diseñar y verlo con los clientes, explicando todo virtualmente ejercita otras habilidades. En lo particular estoy dándome tiempo para aprender otros programas de diseño, estudiando materiales y sistemas, aparte de diseñar e ir avanzando en todo aquello se pueda a nivel proyecto y diseño.

- Por último, contanos cuales serían tus mayores expectativas de logros para el futuro considerando que esta circunstancia que estamos atravesando será superada de alguna manera al mediano o largo plazo.

El crecer en todo aspecto siempre fue mi objetivo en la vida, en todo aspecto. En lo profesional estoy cómoda con mi modalidad de trabajo, logré encontrar la forma de trabajo que me gusta y me hace sentir plena. Pero siempre aspirando a más, a estar atenta a las posibilidades de cambios y ampliando objetivos constantemente. Trabajar de lo que estudié y de lo que amo es una gran bendición que no puedo desaprovechar, y espero poder seguir haciéndolo por muchos años más.